La tradición familiar ha sido desde siempre uno de los pilares básicos del negocio. La preocupación diaria de traer el mejor género y el cuidado por acercar al cliente todo el sabor de la comida casera nos ha hecho desmarcarnos del resto.
En 1956, Doña María González Pardo y Don José Ibarbia Echaniz, adquirieron el bar Gurugú situado en Saltacaballo. Lo regentaron durante más de 30 años y después continuó con el negocio uno de sus hijos; José María Ibarbia y su mujer Antonia Campillo, que fueron dirigiendo la empresa hacia lo que hoy ofrece. Después de numerosas reformas y ampliaciones, el restaurante es capaz de albergar en la actualidad a unos 130 comensales.
Desde el año 2007 los tres hijos del matrimonio de Jose Mari y Toni, dirigen el negocio sin perder un ápice de la esencia aprendida de la experiencia durante más de 65 años.